sábado, 10 de diciembre de 2011

Youth of the Nation




Hola, somos los jóvenes de la nación. Unos, españoles, otros extranjeros. Mujeres y hombres, blancos y negros. Unos estudian, otros trabajan y a una gran parte no le queréis dar la oportunidad de entrar en el mercado laboral. Unos no llegamos a los 15 años, otros tenemos más de 30.

A nosotros os dirigís, hipócritas, en vuestros discursos, como que somos el futuro y la fuerza de la nación. Como que somos la semilla de una planta fresca y sana, que después rasgáis y pisoteáis a vuestro antojo. Somos nosotros aquellos a los que despreciáis y desacreditáis, aquellos a los que creéis tan ingenuos y atontados viendo la televisión que podéis introducir las ideas que queráis en nuestra mente. Hacer que dejemos de ser dueños de nosotros mismos.

Somos aquellos a los que tratáis de convencer de que para ser felices hemos de consumir desaforadamente, tener más, para demostrar que somos superiores al resto de los mortales.

Nos conmináis a fagocitarnos los unos a los otros, a aplastar al compañero, a abandonar todo lo que somos y todo por lo que hemos luchado, en pos del éxito profesional, el pilar principal en nuestra vida. Hemos de ser trabajadores motivados y eficientes y vivir por y para nuestra empresa, la cual no nos pagará ni la mitad del salario con el que podamos vivir dignamente.Nos condenáis a "ser felices", eso sí, a vuestra manera. Porque aquí, al que no lo es, le colgáis la etiqueta de "fracasado".

Nos invitáis, bajo populistas campañas políticas, a jugar a vuestro juego, a entrar a vuestro sistema. Como si de una secta se tratara, a despreciar al que no entra. Nos metéis en una sala oscura y nos proyectáis vuestra película; nos inyectáis vuestros conceptos de felicidad, éxito, amor y vida. Y después, al abandonar la caverna, la realidad es cruda, el sol nos ciega. Así que ahora nuestros ojos están cerrados.

Temed el momento en que les abramos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como el mito de la caverna, si señor!
Malditos desgraciados!